domingo, agosto 12, 2012

Bar Mitre


Es acá, y entro.
Es uno de esos bares de tiempo lento, con sillas rotas, arregladas con pedazos de otras sillas. Todas mesas distintas. Verde. Cremita. De chapa. De madera.
Pido una milanesa con puré y una coca. Me traen primero la botella de gaseosa y dos bollos de pan. No pasan cinco minutos y llega el almuerzo.
Como todo. Sólo dejo un pedazo de pan.
Tres hombres solos ocupan el lugar. Dos almuerzan con cerveza. El restante toma vino con soda. Un televisor prendido y sin volumen cuelga de una esquina. Suena Jiménez a todo volumen y todos estamos en silencio.
La moza se acerca y me retira los platos. Los cuatro hombres la miramos irse a la cocina. Tiene un buen culo. No es muy linda de cara pero con ese culo…
Entra un viejo muy viejo. Me ofrece cuchillo con chaira. Tiene para abrir latas del otro lado del mango. No, gracias. ¿Un par de medias? Vuelvo a agradecer. Le ofrece lo mismo a uno solo de los que completamos el bar y se va.
A los dos minutos entra otro vendedor con más cosas: destornilladores, magiclick, pañuelos y diez cosas que cuelgan de su cintura. Mira el panorama, no ofrece nada a nadie y se va.
Afuera está todo hecho bosta. La zona tuvo su buena época, al frente de la estación de trenes. Luego subsistió con el mismo óxido del sistema ferroviario y del país. Lentamente se pone de pie pero las calles parecen viejas y cansadísimas. Paredes descascaradas, restos de adoquín, una máquina vieja, alumbrado roto, tráfico caótico.
Acá estamos y ahora somos cinco. Afuera algunos se mueven. Adentro, el tiempo se apoya los codos en la mesa y toma un vino blanco con soda…

jueves, agosto 02, 2012

Devuelvan la Pelota. Segunda edición


Amigos/as, este el Proyecto Devuelvan la Pelota. Lean. Parece largo pero no lo es. No le den bola a la fecha del evento porque esto NO es un evento todavía, sino que es la forma más fácil de llegar a todo el mundo.
Gracias a los que leen y a los otros también. Un abrazo.


Proyecto Devuelvan la Pelota

La primera edición de Devuelvan la Pelota salió de los talleres el mismo día de la presentación: 8 de diciembre del 2011. Todo parecía encajar: los libros llegaron calentitos y siguieron así porque nunca pararon de circular, de ir de mano en mano, de ser reseñados, leídos, prestados y regalados. Todo eso lo hicieron ustedes, los amigos de Devuelvan.
Aquella vez salieron de imprenta 500 ejemplares. Recuerdo que Pablo Carrizo, poeta, librero y hombre de palabras calmadas, me dijo: “las primeras 100/200 copias las vas a vender rápido. Luego viene una segunda etapa más lenta, de consolidación”. Carrizo tenía razón en todo menos en los números. En siete meses pusimos todos los ejemplares en la calle. Sin intención de copiar slogans: esto lo hicieron ustedes. Fueron todos ustedes los que movieron el libro, en parte por la amistad pero en gran parte (creo) por confiar en el libro, por creer que Devuelvan merecía esa chance de ser titular. Porque todos esos cuentos estuvieron muchos años en el banco de suplentes, y antes de eso ni siquiera concentraban e incluso estuvieron a punto de largar todo y dedicarse a otra cosa. El fútbol, como la vida, como la literatura, se le parecen.
Hoy vamos por más, por la segunda edición. Este es el proyecto que he pensado:
Voy a poner todas las cartas sobre la mesa, toda la honestidad y los números exactos. Construyendo desde la confianza.
Para poder costear los gastos de impresión vamos a realizar una preventa del libro.
Yo al libro lo vendo en mano a $30. Todos siguen diciendo que es poco, que debería aumentarlo. Pero no, no lo aumenté antes y no lo voy a aumentar ahora. La idea es que el libro circule y que circule a un precio accesible y popular. El libro también se mete en el mundo del fútbol y allí también hay espacios, lugares y clases. Si este libro se escribe desde el fútbol entonces así será su venta: Devuelvan tiene precio de general y de platea. Resumiendo: precio general $30.
Pero al libro no lo vendo sólo yo, también está en otros lados:
Librerías (El Espejo, Rubén)
Kioscos de diarios y revistas (G.Paz y Dean Funes; Dean Funes e Ituzaingó; 25 de mayo y Rivadavia)
Fotocopiadoras (Spilimbergo y Lavalleja esquina Dean Funes)
Centro Cultural Como Pez en el Agua (Simón Bolivar 621)
Casa de los vagos en Bedoya 57.
Por supuesto, en El Salteñito (Belgrano 277)
Como verán, el libro se ubica en los lugares de venta tradicionales (librerías) y en otros que no lo son. Es que los libros en las librerías están quietos y en la calle se mueven. Las dos formas son válidas y necesarias. En aquellos lugares donde hay un tercero vendiendo Devuelvan, el precio sube: $40. Generalmente se quedan con el 30% o 40% del precio de tapa. Si el libro sale $40, ellos se quedan con $16 en el peor de los casos (para ellos “el mejor” de los casos).


Ese es el panorama general. Ahora yo los invito a todos ustedes a participar de la preventa, a que compren otros ejemplares. El proyecto tiene dos variables:
1) Comprar uno, dos o tres ejemplares de Devuelvan la Pelota a $30 cada uno. El libro no va a aumentar, primero por todo lo explicado anteriormente y segundo porque en la imprenta me mantienen el mismo precio.
¿Qué hago con un libro que ya leí?: ustedes van a estar comprando un libro que ya tienen pero es un libro que quizás alguien todavía NO tiene. Se llevan por $30 nomás un futuro regalo para alguien. Es barato y ayudan a multiplicar la palabra y el proyecto.
2) La segunda variable es la más ambiciosa y la que quiero que funcione. Este proyecto está orientado principalmente a todos aquellos que son de otras provincias, ciudades o pueblos, aunque no excluye a nadie. Aquellos que compren 4 (cuatro o más) ejemplares de Devuelvan la Pelota se los llevarán a $25 cada uno. O sea, cuatro libros por $100.
¿Para qué tantos libros? Bueno, la idea es que ustedes lleven esos libros e intenten ubicarlos en las librerías, fotocopiadoras o empanaderías de SUS lugares, ciudades o pueblos. No es fácil, lo sé. Pero si ustedes ubican en el libro y lo trabajan a consignación, como en cualquier librería, el librero no tiene nada que perder. El precio de tapa sería el de platea, el mismo de Córdoba: $40. Si el librero se queda con el 40%, a ustedes le quedan $24, si se queda con 30%, ustedes reciben $28 (acá ya salen ganando) y si se queda con el 25%, ustedes quedan con $30 mangos en el bolsillo. Ni hablar si lo venden mano en mano.
Resumiendo: ustedes compran cuatro ejemplares de Devuelvan y los ubican en las librerías (o donde quieran) de sus lugares. Cuando los libros se vendan (se van a vender, tarde o temprano) recuperan el dinero. O sea, nadie sale perdiendo.
También pueden comprar los cuatro libros y venderlos en mano a $40 y quedarse con más plata. No me importa eso. Mi intención es que ustedes, que van a invertir en la publicación, no salgan perdiendo plata. Yo gano ubicando el libro en otros lugares, expandiendo un poco las fronteras y, en caso de que todo salga MUY BIEN, teniendo más bocas de ventas. Porque si el libro se vende, vamos a poder seguir llevando ejemplares a muchas partes del país.
Los que compren 4 ejemplares se van a llevar una remera de Devuelvan la Pelota de regalo. Sí, así somos: choripanes y remeras.
Seré periodista y escritor pero no tengo muy manejado eso de la síntesis y la economía del lenguaje. Espero que se entienda bien el proyecto, sus dos variables y lo que pretendo de cada una.
Ustedes ya leyeron el libro. Mi idea es que aquellos que confían en él lo lleven a otros lados donde yo no llego. Así, vamos a ir generando una red. Somos 200 personas en Córdoba que nos conocemos. Somos nosotros, eso, más o menos 200 personas. Y muchos de nosotros producimos cosas: música, literatura, fotografía, teatro, etc. Si dejamos de boludear y armamos una red, una forma de vehiculizar nuestros productos no necesitamos de los intermediarios, de los que se van quedando con una tajada de algo que no les corresponde. Si no nos bancamos entre nosotros entonces estamos perdidos. Mejor encontrarnos…
El libro entrará en imprenta en menos de 15 días. Seguramente, para trabajar con tiempo, la impresión tardará otros 15 días más. Al medio trataremos de organizar el evento, la juntada. A cada persona que compre libros se le entregará un bono que hará las veces de comprobante de compra.
Muchos de ustedes trabajan en los medios. La mano comunicativa también vendría bien.
Las cartas están sobre la mesa: quiero vale cuatro ¿quieren?