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#Talleres vs #Belgrano
"Another brick in the wall"
Estaba seguro de que lo ganábamos.
Incluso cuando Rébola llegó más tarde que yo a las oportunidades que me presentó la vida: un beso, un amor, el colectivo, un trabajo, un pedido de disculpas, la mirada constante, la palabra precisa, la sonrisa perfecta.
Nobleza obliga: fue una buena patada. Al guaso no le dio el ánimo ni para discutir. Era una roja clavada. Super roja. Rojón.
Si #Belgrano es un equipo limitado mentalmente con 11, con 10 la renuncia es total. Equipo derrotado, sin ánimo, sin una pizca de confianza, de creencia y orgullo propio.
Aun así: estaba seguro de que lo ganábamos.
Nosotros hicimos todo bien.
Nos instalamos en un rincón de las sierras, donde arden las estrellas, y dejamos nuestras heridas abiertas, en un valle de penas.
Comimos.
Bebimos.
Inundamos el monte con endorfina, dopamina, serotonina. Las plantas crecían y florecían con nuestro baile.
“Esta energía le tiene que llegar a los jugadores”, escribía ayer.
No sé si había paro de los interurbanos de energías pero no sé si les llegó.
Ningún jugador de #Belgrano jugó bien. Ninguno.
No se puede rescatar a nadie. Quizás Espínola, por descolgar una docena de centros sin dar rebotes.
Partido horrible.
Qué decir de Chavarría….
Yo lo entiendo: tiene el mismo cagazo que tengo yo cuando juego al fútbol. Es increíble lo mal que juego. El martes y el viernes castigué a la pelota con mis piernas. Todos pases malos. Me erré dos goles solo. Mis rodillas tiemblan cuando corro con el fulbo.
A Chavarría y a varios del plantel les pasa lo mismo.
Pero yo ando en un Corsa 2004 con GNC.
Hubiera preferido no tener esa chance de gol.
Ya está. Ahora descansar (nosotros, ustedes pónganse a patear al arco) Y ver si se acuerdan de cómo se juega a esto y ganarle a Platense.
La luna y mi suerte, rompieron el encanto
perdí mi sueño en la noche que el ángel se hizo diablo.
Un par de piernas inútiles te pueden robar la ilusión
y no hay cura ni remedio que te haga ver mejor.