- Documentos, por favor –ordenaba el cana mientras lo pateaba.
- Docu… ¿qué? –respondió el borracho.
- Documentos. Su identificación.
- ¡Me llamo José! –exclamó con alegría.
- No me importa cómo se llama. Quiero ver sus papeles.
- ¿Papeles? Tengo un montón de papeles. Trato de escribir algo todos los días– respondió el borracho entre eructos sin ruido.
- ¿Me está cargando? –amenazó el represor.
- No podría señor policía, usted es mucho más grandote y más joven que yo.
- Deme su identificación antes que empiece a perder la paciencia.
- Ya le dije que me llamo José. Y si quiere leer lo que escribo con gusto se lo muestro. Déjeme nomás que busque acá entre todas estas cosas…
- ¡Borracho de mierda! ¡O me mostrás tus documentos o te llevo! –gritó el cana mientras se llevaba la mano derecha a la cintura.
- ¡Gracias oficial! La verdad que estoy llegando tardísimo a una cita –respondió sonriente el borracho mientras trataba de pararse agarrándose de un árbol.
El palo del policía que impactó en la cara del borracho lo devolvió a su posición habitual.
4 comentarios:
la verdad no puedo agregar nada, sólo testimoniar, que me gustó mucho, sobretodo el contraste.
Álvaro (me imagino siendo ese borracho)
gringo... busca en youtube, de 31 minutos, unos chilenos que hacen un programa infantil, la cancion "señora devuelvame mi pelota"... te la recomiendo..
beso. la juli
Que sí, que voy. Que ojo que pinto por la capital y vamos a hacer no sé qué.
Tomatelás, chamuyero.
Muy bien, Seba, muy bien. Me gusta el estilo cortante y seco del texto. Contundente.
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