Ella lee, yo escribo.
El sol la pone contenta, la hace sonreír y con eso a mí me sobra.
Adentro de casa transcurre un tango. Me recuerda una época de películas, un estilo de vida. El bandoneón suena en el volumen justo y acompaña un mate recién cebado. Afuera vive el barrio. Bufanda al cuello, carrito de compras, escoba, cospel, bicicletas, pelota, la gente y sus cosas. Los perros trotan como siempre; para ellos no hubo viejos tiempos.
Le extiendo un mate, me dice que no, que ya me levanto yo. Me sonríe cuando me ve venir, me besa mucho, nos mostramos los dientes y vuelvo a las letras.
Ilumina todo, esta mujer ilumina todo.
Me devuelve el mate, me besa, me ama y todo vuelve a empezar.
6 comentarios:
Sos muy tierno Grin. Y escribís lindo.
"el amor, el amor, el amor..." te acordás que decía así el cuarteto? abrazo puto!!
el barnes.
Si, si... Y ahí también sonaban bandoneones, acordeones, bajo y guitarra.
Abrazo!
eeeeh hace un mes que esto no varía, q pasa?
eeeeh hace un mes que esto no varía, q pasa?
Dan ganas de volver. Enamorarse de nuevo, salir a la vida y mirar dientes, compartir mates. Al don Pirulero. Cada cual atiende su juego, y se sale de su mundo. Aunque sea por un segundo, para asegurarse que está ahí, extendiendo un mate con la sonrisa recién cebada.
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