sábado, abril 21, 2007

Ensayo sobre la apariencia

Ensayo que intenta refutar ese determinismo imperante proponiendo un relativismo acerca de que hay ciertas afirmaciones que tienen que ser cuestionadas:

*Todas las socialmente consideradas feas tienen que ser buenas.
*Si sos socialmente considerada linda podés ser una hija de puta.
*Si sos socialmente considerada fea no podés ser una hija de puta.
MI DEBER ES DESTRUIR ESTOS TRES SUPUESTOS


ENSAYO SOBRE LA APARIENCIA
Existe, no sé si sólo en Argentina o en el resto del mundo también (la globalización funciona sin permiso), digo, que existe un paradigma, o una tradición o una costumbre o una tendencia o mejor nos quedemos con la palabra paradigma; entonces, existe un paradigma, al menos en Argentina, acerca de que cuando una mujer, de edad relativamente corta, o sea, en edad de fusión con un hombre, edad que podríamos situar entre los 13 y 15 años hasta los 50 y 60 años, dependiendo de las características personales internas de casa mujer. Decía entonces que existe un paradigma, al menos en Argentina, acerca de que la mujer en edad de fusión con otra persona no puede tener mal carácter si no le tocó ser hermosa. Me explico: cuando una persona femenina tiene mal carácter o es mala o simplemente es una arpía, es totalmente desacreditada su actitud, su personalidad o su mal día por parte del hombre. ¿Por qué no se puede ser un hijo de puta si no se es "bello"?. Me explayo un poco más con la utilización de un ejemplo: Boliche, noche, tragos, encare. Si una mujer "linda" decide cortarte el rostro de la manera más brusca provocando un gran dolor, su actitud queda socialmente aceptada, pero si una persona, una mujer "fea" decide sólo declinar la invitación de fusión con el hombre en cuestión, normalmente este respondería algo como: "encima que sos fea ¿quién te creés que sos?". Tal estúpida frase me hace pensar en que la sociedad, o mejor dicho, para no meter en la misma bolsa a toda la sociedad, todos, o la mayoría de las personas de sexo masculino creen en la veracidad de esa estúpida frase. O sea que si analizamos esto último dicho, las mujeres consideradas bellas tienen crédito, luz verde, autoridad o derecho ilimitado para basurear o pasar por encima del resto tan solo por ser "lindas". Esto es totalmente digno de mi repudio y lo considero estúpido e irracional. Como soy un intelectual comprometido con mi sociedad, es mi deber tomar partido, adoptar una postura crítica acerca de este tema y dejar mi posición bien clara.
La segunda pata de esta cuestión es la siguiente: cuando una mujer considerada socialmente fea, adopta la actitud ya mencionada (violenta, agresiva, etc...) es repudiada, reputeada, lo que arroja otra de las grandes hipótesis de las relaciones hombre-mujer: que las "feas" tienen que ser buenas ¿Cómo es esto? ¿Por qué tienen que ser buenas? O sea que como les tocó ser consieradas socialmente "feas", tienen que hacer el esfuerzo diario, para ganar aceptación social, ser una gran persona, ser buena, amable, ser "piola". Me explayo con un ejemplo: si alguien tiene una conocida y otro hombre le pregunta "¿Es linda tu conocida"?, el hombre en cuestión respondería: "es piola" ¿Qué clase de respuesta es esa? Lo que arroja esa afirmación es la verificación de la hipótesis de mi estudio. Yo estoy en contra de la actitud de las persona que bardean a aquellas personas socialmente consideradas "feas", como así también repudio a los que piensan que las socialmente consideradas "feas" tienen que ser buenas y por último repudio a las que son socialmente consideradas "bellas" agreden al resto solo por poseer algo que no ganaron, que vino de arriba,
Para entender esta investigación tendrían que acceder a mi anterior ensayo acerca de los, extremadamente subjetivos, conceptos de "belleza", "hermosura", "bonita", o sus antónimos "fealdad" y ... no hay muchos (que es otro tema a discutir). La belleza es muy social-cultural- subjetiva. ¿Para qué me serviría ser bueno, ser inteligente, ser capáz, si nunca podría llegar? Las oportunidades no son las mismas para todos.
ANEXO Nro 1

¿Siempre importó ser lindo?
(¿o por lo menos no tan feo?)
Belleza: Nombre que designa la cualidad por la cual ciertos objetos tienen la propiedad de producir un sentimiento de placer, el cual está libre de toda consideración moral o utilitaria. (Definición de enciclopedia)
Belleza: Lo bello presenta carácter histórico; según la estética del materialismo dialéctico, lo bello es un producto histórico social; nace cuando “el hombre social” es libre y domina la materia; la actividad artística es fuente de vida y de alegría espiritual, por lo que reviste una doble función: educativa y cognoscitiva. (Definición marxista)
Belleza: Es necesario un análisis previo a toda teoría de belleza; la cuestión fundamental, que divide a los partidarios de la concepción semántica, es la de la naturaleza de los “juicios de gusto” (belleza), considerándolos unos como subjetivos y otros como objetivos. (Definición de belleza de la Teoría Semántica)

(Lo subrayado en negrita es mío.)


Los orígenes del hombre, como especie humana, se remontan a varios millones de años atrás. Se considera que existieron dos tipos o especies de homínidos, los Austrolopithecus y los Homo. Todavía se discute si ambas especies compartían la misma línea evolutiva. Por diferentes causas (que los arqueólogos y paleontólogos, todavía no han podido determinar con exactitud) solo la especie o grupo de los Homo, pudo evolucionar. Entre los primeros miembros del género Homo se conocen: el habilis, el rudolfensis, y el ergaster. El género Homo se caracteriza por un aumento en la actividad craneana, mantenimiento de un esqueleto relativamente generalizado y reducción del aparato de masticación. Además está asociado a indicios indiscutibles del uso de herramientas de piedra. O sea, de a poco se iban diferenciando, en esta evolución, de la otra especie, los Austrolopithecus. El grupo Homo, como vemos, iba desarrollando un cuerpo más armónico, más equilibrado.
La diversidad de formas de Homo desaparece cerca de los 1,6 millones de años atrás y en su lugar encontramos una única especie: el Homo erectus. Dentro del grupo de los Homo erectus, se diferenciaron también otros tipos: el Homo sapiens, el homo heidelbergenis y el homo de Neandertal. Para abreviar un poco: fue el grupo de los Homo sapiens sapiens, los que pudieron sobrevivir e imponerse como especie única. Es del Homo sapiens sapiens, también conocido como Hombre Moderno, del cual derivamos todos nosotros. Esa es la línea evolutiva a la cual pertenecemos.
Se calcula que hace 10.000 años, la raza humana se empezó a organizar. Lentamente se adoptó el sedentarismo. Se empezaron a formar los primeros estados. Las primeras formas de organización. Vamos más rápido. Se crean las ciudades. Vamos aún más rápido. Los hombres se comunican y ya tienen alguna especie de escritura. ¿Más rápido? Imperios, gobernantes, jerarquías, religiones, economía, medios de transporte, idioma, ritualización de la muerte, etc. Todo esto último a grandes rasgos y sin seguir un orden cronológico.
Digamos hace 500.000 años, ¿importaba ser lindo? No, no lo creo. Entonces hace 10.000 años ¿importaba? Yo diría que no. Avancemos. Hace 2500 años, ¿podría importar? Mantengo mi postura. Bien, entonces, vayamos a los tiempos de organización, a los tiempos más actuales. En el imperio romano ¿habrá importado ser lindo? Ahí yo creo que si. Y creo también que ha medida que las sociedades se fueron complejizando, las necesidades fueron cambiando y de repente ser lindo (o por lo menos no ser tan feo) se convirtió en una necesidad. Primero en una necesidad para unos cuantos. Después para unos miles. Después para millones. Hoy por hoy se nos impone como necesidad básica y aseguradora de futuro. Aunque Sprite me venda que la imagen no es nada y la sed es todo.
Profundicemos. ¿Qué es la belleza? En primer lugar, me parece, que una persona no es ni linda ni fea. Una persona es considerada linda o fea. Y en segundo lugar, se sabe, que la única forma de determinar si alguien es lindo o feo, es a través del método comparativo. No hay cualidades naturales que determinen esas características, el hombre no es naturalmente lindo o feo. La belleza es una cualidad cultural que se construye. La historia de las sociedades conforman estas pautas, que no son las mismas en cada grupo. A los esquimales que no ven televisión, ¿les importará la belleza?, ¿tendrán los mismos criterios de belleza?
¿Cómo sería el juego acá? ¿Será que el aspecto físico se fue convirtiendo en una necesidad? (Y el aspecto físico sin fines utilitarios. No es que se promulga un aspecto de hombre o mujer robusta para que, por ejemplo, trabaje en el campo. Por poner un ejemplo burdo nomás.) ¿Será que en la última década esa “necesidad” fue en aumento? ¿Será que esa “necesidad” se empezó a mercantilizar? ¿Será que al vendernos esa “necesidad”, se buscó la inseguridad en la persona, guiada tan solo por los criterios estéticos? Y de la inseguridad viene el temor. Y del temor viene el miedo. Y el miedo, y el miedo vende. Porque la persona que nació (socialmente considerada) linda, no tiene “problemas”. Pero el pobre aquel, que no tuvo la suerte de nacer (socialmente considerado) lindo, si tiene un problema. Tiene un “problemón”. Entonces invierte dinero en su figura. Gasta, compra. Pero la figura humana tiene un límite. Recordemos un poquito lo dicho al comienzo. El hombre tardó millones de años en evolucionar. Y algunos pretenden cambiar del día a la noche. Entonces qué. La ropa. El auto. El celular (¡¡¡por dios el celular!!!). Y si todo eso no sirve: la cirugía. La forma más vil de bastardear un cuerpo. La hipocresía.
Cada persona es libre de hacer lo que se plazca. Y si es con su propio cuerpo, mucho más. Mi, por así decirlo, desagrado, está vinculado a la creación de esas necesidades que, en este caso, no suman a nada. La venta de la imagen produce solo rechazo, discriminación, que llega a su máximo punto en el racismo (ese racismo que existe en Argentina, pero que es negado tajantemente por aquellos que lo practican). Nos olvidamos de quienes somos, de que creemos. Nos fijamos en el pelo largo, el tatuaje y el arito antes de escucharnos. Escucharnos. ¿Es eso tan difícil?