jueves, septiembre 16, 2010

Al día de hoy

Pa Barnes



Hoy siento pocas ganas de leer.
Hoy siento ganas de contar.
Hoy siento pocas ganas de escribir.
Hoy siento ganas de decir.

Hoy las tengo esquivas
las palabras.
Hoy tengo esquivas las obligaciones, las urgencias, las sentencias
poéticas o no,
del tema de la semana
como si un tema fuese de la semana
o la semana fuese el tema.

Hoy no consigo dar dos pasos seguidos
entonces tiro la piedra
rayuela
mi rumbo azaroso
mi juego
mis posibles destinos
mi forma de divertirme
mi forma de excusarme
por los caminos que elijo no elegir
mi forma, como dije
mi juego
la piedra que alzo en el camino.

Hoy prefiero mirar la calle
que cerrar los ojos e imaginarla.
Hoy me mojo en cueros
de tanta sequía, de tanta histeria, del calor de la ciudad
de la sensación térmica que estalla
que parece que arde
que ardimos
y en la tele dale que dale
que si no… te quemás, que estás a punto, que cuidado, que estalla,
estalla
Y dormir
Y despertar
Para volver a estallar
aunque sea la sensación inflada de los que no paran de soplar el fuego.

Hoy
Bolsillos en las manos
Palabras en la lengua
En tu parlante, en mi voz
Trabajo
Violencia
Policía
Violencia
Comida
Violencia
Literatura
Violencia
Fútbol
Violencia
Latinoamérica
Violencia
Amor
Violencia
Justicia
Violencia
Violencia
Silencia

¿Callamos o hablamos?
¿Hablamos o gritamos?
¿Gritamos o escuchamos?
¿Escuchamos y gritamos?
¿Gritamos y nos conformamos?
¿Gritamos y hacemos?
¿Gritamos y destruimos?
¿Gritamos y proponemos?

¿Dónde apoyamos las suelas? ¿Adónde nos paramos? ¿De que lugar de la línea nos ponemos? ¿De qué lugar de la línea te ponés? ¿En qué bando de la delgada y pesada línea se ubican tus palabras cotidianas?


El dilema de tantos
de tantos que al pedo dicen, que al pedo estudian, que nada proponen, que de nada escriben,
que temen que todo,
que temen que todo pueda poner el guiño, girar un poco y cambiar algo, un poco, sólo un poco.
Temen, la condena, el archivo de las palabras, de lo que alguna vez quisieron decir. Temen quedarse sin el quincho, la quintita, la cuna, el lugar natural que les tocó.

Hoy siento pocas ganas de leer.
Hoy siento ganas de contar.
Hoy siento pocas ganas de escribir.
Hoy siento ganas de decir.

Vuelvo
como en una rotonda llena de hormigas
como un estribillo sin rima
como el palo que me pega
y aguardo
que el tiempo
que no vuelve
me de la posibilidad
de devolver.