lunes, julio 12, 2010

Ella

Ella lee, yo escribo.
El sol la pone contenta, la hace sonreír y con eso a mí me sobra.
Adentro de casa transcurre un tango. Me recuerda una época de películas, un estilo de vida. El bandoneón suena en el volumen justo y acompaña un mate recién cebado. Afuera vive el barrio. Bufanda al cuello, carrito de compras, escoba, cospel, bicicletas, pelota, la gente y sus cosas. Los perros trotan como siempre; para ellos no hubo viejos tiempos.
Le extiendo un mate, me dice que no, que ya me levanto yo. Me sonríe cuando me ve venir, me besa mucho, nos mostramos los dientes y vuelvo a las letras.
Ilumina todo, esta mujer ilumina todo.
Me devuelve el mate, me besa, me ama y todo vuelve a empezar.

martes, julio 06, 2010

Nota

Columna de opinión/color semanal que estoy escribiendo para el diario Comercio y Justicia. Esta fue la de ayer.
Abrazo.

No cuenten conmigo


En la frente no caben más arrugas. La palma de la mano sosteniendo una cabeza que da vueltas, que no lo puede creer, que no lo quiere creer. Quedar afuera, que no salga una, ligar cuatro golpes en la red, ver los festejos ajenos. No, esto no pasó; que el sueño siga, por favor que siga.
Ahí estamos todos preguntándonos qué carajo hacemos ahora, quién tiene la culpa, a quién vamos a castigar, qué vamos a hacer con tanto asado, con tanta alegría planificada, con tanto futuro feliz trunco. El fútbol en estas tierras es todo y es nada. Hoy quedamos con la amarga sensación de vacío. Hoy somos un puñado de nada en una historia que nos contó que éramos mucho. Lamentablemente el tiempo se nos pasa y se acumulan generación que heredan una serie de alegrías futbolísticas de las que muchos no fuimos parte. Una gran mayoría de la población jamás fue campeón, jamás vio al equipo patrio en una final, levantar la copa, sentirse único. Y como estas son cosas que pasan cada cuatro años la espera se torna insoportable.
Imagino el paisaje repetido de críticas. Más que críticas acusaciones, dedos señalando a diestra y siniestra y un coro de "yo les dije". La figura de Maradona, tan fácil para cargarla de culpas, recibirá munición gruesa. En este caso prefiero quedarme con las palabras de un Osvaldo Soriano que nunca muere, en aquel Mundial del ‘94: "Maradona es el gran relato de este país. Un gran relato que todavía no terminó. Nosotros estamos viéndolo ahora en la inmediatez. El tipo que tiraba balines a los periodistas hace tres meses, el que la estaba rompiendo y ahora quedó fuera del Mundial. Pero el problema no es sólo Maradona. Porque lo que le pasa al sujeto de nuestro amor no puede sernos ajeno. Por eso no cuenten conmigo para crucificar a Diego."
Los partidos son películas tensas, dramáticas, con inicio, nudo y desenlace. Argentina estuvo ajeno y peleado con las dos primeras partes y fue todo lo segundo. Ahora, a esperar el siguiente estreno.
Hasta la próxima. Abrazo de consuelo.


p.d: la nota salió con otro título. Hoy, luego de unos días, sentí que este era el título que me convencía.