miércoles, marzo 04, 2009

Devuelvan la pelota I

Quiero hablar con usted, Profesor, quiero volver a los tiempos en que nadie se imaginaba mi posible existencia, quiero caminar por esas veredas rotas, quiero vestirme con esas ropas, quiero estar en aquellos momentos; ¿me podrá ayudar? Es que ya no soporto mi imaginación; las imágenes se me vienen como barriletes sin piolín y vuelan, vuelan, vuelan alto, y toman los rumbos que se le dan la gana. Y yo acá abajo, atornillado a estos días. Quiero esos días de tribunas llenas, de goles, goles y más goles. Quiero una gambeta, una historia de muchos oradores, de magia popular sin respaldo televisivo. Quiero saber de aquel que gambeteó a todo un equipo, al policía, al banderín del corner, al fotógrafo y al arquero; ese mismo que, por no ser egoísta le cedió el gol a un compañero, cuando sólo restaba empujarla a pocos centímetros de la línea. Quiero esas camisetas únicas, productos fuera de serie. Quiero el sombrero y el saco. Quiero “atentos a la información”. Quiero la ele más larga que la o, para ver cómo se siente. Quiero ver el gol de Grillo en el Monumental, el penal de Roma a Delem, la “milonguita” Heredia jugando como dios manda en Alberdi, al petiso Sanfilipo haciendo con las piernas lo que su boca dice en estos días, a Rattín estrujando el banderín inglés a través del dibujo de las palabras radiales de Fioravanti.
¡Qué alegría de la gente de Racing! Ese chango le pegó con alma y vida, y el mundo es todo de ellos. Levanten las manos, conquistadores de América, Independiente los saluda. Vengan todos los grandes, vengan a mi cancha, a Río Cuarto, a Santiago del Estero, San Vicente, Nueva Italia, Jujuy, San Miguel de Tucumán, Trelew, Tandil, y el resto del abecedario del país. Miren a ese pibe haciendo jueguitos en el medio de la cancha. Tuc, tuc, tuc, con la zurda; y tuc con el taco, tuc con el hombro, tuc tac tuc rápidamente pasando la pelota por todos lados. “Mi primer sueño es jugar en la copa del mundo”. ¡Ay, por dios, ese gol! Ese gol. ¿Cómo explicarle, profesor, que las emociones no envejecen? “Arranca Maradona, genio del fútbol mundial”. Y uno y otro y otro y otro más en el camino. Quiero en vivo y en directo esa sensación. Quiero ver las lágrimas ante tanto milagro argentino. Quiero saber de qué planeta vino para dejar en el camino a tanto inglés, para que el país sea un puño apretado gritando por Argentina; Argentina dos Inglaterra cero. Quiero ver con los ojos abiertos lo que veo cuando los cierro. Quiero más fútbol y menos de esto, que ya ni sé que nombre ponerle. ¿Podrá ayudarme? Yo sé que la máquina ya está en desuso, pero confío plenamente en su capacidad para hacerla andar nuevamente. Porque hasta donde yo sé, no hay nada que Emmet Brown no pueda arreglar. Cualquier cosa avise… Yo voy a estar acá, viendo unas fotos viejas.






p.d: sí, Guadalupe, así lo suelo sentir.

2 comentarios:

Sergio Muzzio dijo...

Por lo visto no le hace falta ninguna máquina, señor. Deje eso para los distraídos y/o faltos de memoria emotiva (sobre todo emotiva)
Abrazo!

Gringo dijo...

Igual, una lástima no tener el delorian.