viernes, mayo 17, 2024
Belgrano vs Real Tomayapo: "Volvimos a vivir en los 90s"
martes, febrero 27, 2024
Belgrano vs Talleres. La fecha de los clásicos.
#CrónicasPiratas
#Lafechadelosclásicos #CopaDeLaLiga #CopaSurFinanzas
Fecha 7:
@Belgrano
vs 🐓🦆🪿🦢🦩🦅🦃
#BelgranoTalleres
"¿Qué pasó ayer" o "Dude, where's my car?"
—¿A vos te parece, con la edad que tenés, andar dando ocote así por la vida?
—Ya te parecés a mi vieja. Fui feliz, Perro ¿me entendés?
—Y sí, si te tomaste hasta el agua de la pileta.
—No creo que hay sido TAN así.
—Me llegaron comentarios… tu decadencia ya es preocupante
Yo no sé si las cosas fueron como el Perro dice. ¿Se comió con felicidad? Sí. ¿Se bebió con felicidad? También. Desde las primeras horas de la mañana la jornada comenzó a ser épica.
¿Qué es la épica? La épica es un género narrativo, de distintos momentos en la historia, en el que se presentan hechos legendarios o ficticios relativos a las hazañas de uno o más héroes ficticios y a las luchas reales o imaginarias en las que estos han participado.
—Ah, bueno, ahora le robás a wikipedia. Muy bueno lo tuyo. Muy acorde a los tiempos actuales. Tus crónicas, al igual que tu estado de salud, es todo lo contrario a lo épico: decadentes.
—No me interrumpas. La gente quiere saber lo que es la épica.
—La gente quiere que dejes de robar.
—Su forma de expresión tradicional fue la narración en verso, cuya finalidad última era la exaltación o engrandecimiento de un pueblo. En algunos casos, la épica no tenía forma escrita, sino que era contada oralmente por los rapsodas.
—No tenés ni idea lo que es un rapsodas.
—Bohemian Rhapsody, I see a little silueta of a man. En la Antigua Grecia un rapsoda recitador de cantos de poesía épica.
—Lo único que falta es que nos haga juicio Wikipedia.
—Mi escritura es 100% original.
—100% ctrl+c.
La previa fue épica. Bebida subvencionada (#gracias Nico), asado del bueno, pileta y un cielo celeste con sol que nos hacía presagiar una jornada histórica, épica.
—Otra vez con lo de la épica… la gente se va a dar cuenta de la farsa.
Nos sentíamos en Beverly Hills: niños ricos disfrutando de la vida, sin preocupaciones. Durante unas horas jugamos a ser eso, nos metimos en esa burbuja y nos olvidamos de todo.
La Banda estaba completa. El Fede, desde Italia y el otro Fede, desde Dinamarca hacían sus respectivas previas, sus rituales patrios a miles de kilómetros de distancia. Belgrano nos acerca, nos abraza y recorta las distancias.
—Mucha épica, mucho abrazo pero de tu deplorable estado no estás diciendo nada.
—Esa cerveza estaba rancia. Algo le pusieron.
—Sos una persona mayor. Ya no podés beber así.
—Puede que tengas un poco de razón, pero un poco nomás.
Del partido no retengo casi nada. Vi el primer tiempo con un solo ojo porque veía doble del pedo que tenía. Gritamos 3 veces el primer gol. El empate pensé que había pegado en Longo. El de Meriano se vio clarito y el otro empate fue un golazo.
En un momento tiramos fuegos artificiales y de repente se terminó el partido. El segundo tiempo pasó volando. Mejor, fui viviendo el presente a puro sentimiento.
—Robarle a las Pastillas del Abuelo es como chorearle a un jubilado.
—El resumen de tu crónica es que te pusiste en pedo y no podés unir dos momentos.
—No, bueno, no fue tan así.
—¿Por qué no la escribiste ayer?
—Yo no trabajo los domingos, Perro.
—Digamos que en la semana tampoco…
El Perro me bardeó un rato más, se cansó y se fue a dormir.
Recién hoy vi el resumen de paso a paso. Muy lindos los fuegos artificiales. Un poco peligrosos nomás. Ojalá podamos meternos pronto en otra burbuja de felicidad como la del sábado.
Mis horas mas felices son / desde que he te he conocido / Al lado tuyo mi amor viví lo que no he vivido.
Te quiero #Belgrano.
martes, febrero 20, 2024
#CrónicasPiratas: Belgrano 4 - 1 Sarmiento: "Ganó el verdadero prócer"
Mamá había venido a casa a traerme unas cosas
—Estoy en Tiendas Vesta ¿te llevo unos calzoncillos?
—Tengo 41 años, mamá. No me trates como a un niño.
—¿Eyelit o alguna otra marca?
—Sí, Eyelit.
La mayoría de los calzoncillos me los compró mamá. Los truchos los compro yo: Uomo o de alguna marca desconocida. Qué buena que es mamá. Ella se juntaba con sus amigas en Marvic así que me quedaba de paso hacerme llevar. Armé uno y salimos.
Llegamos a la Plaza Cisneros, me bajé y ella se pasó al volante. Yo tenía $220 en el bolsillo.
—¿No me prestás $2000?
—¿Prestar?
—Bueno, vos entendés.
—¿Querés $3000?
—Y…si no te molesta....
Hurgó en su cartera y me dio 3 billetes. Sin ningún tipo de culpa me los guardé. Hice un cálculo económico rápido:
—Esto es como cuando pasaba por la oficina y te pedía $2.
—Sí, pero tenías 18 años -dijo ella y sonrió.
La vi perderse por 9 de julio y encaré las stairways to heaven.
Llegué temprano, a eso de las 5. Había poca gente en la plaza: unos niños jugaban, otros paseaban perros, otros hacían ejercicio y sentado en una de las glorietas, mi ansiedad y yo. Tenía $3220 y tenía que hacerlos rendir.
Compré un latón y me puse a contemplar el barrio, como en un timelapse. Lentamente todo comenzaba a cambiar, de a poco caían los primeros hinchas, se prendían los primeros fuegos, se cortaban los primeros tetras, se prendían los primeros cigarros.
Tendría que haber comprado una lata mediana y una bolsa de papitas. Ya no podía pedirle guita a mamá. Había que esperar que alguien llegue. Me quedaban solo $1020.
Hacía calor y yo tenía la Mitre del 2000, cuello cerrado, tela gruesa. Maldita contracábala.
Al rato fueron apareciendo cuerpos. Espontáneamente siguieron la consigna de la contracábala. Andrés llevó una Kappa que odiaba porque le queda apretada y parece una bondiola. Nico, una Lotto a la que se le despegan las publicidades. Maxi, una Topper hermosa que no usa nunca.
Tomamos vino con Pritty. Le dimos a nuestros cuerpos una dosis de juventud. Había que darlo todo, invocar las felicidades del pasado, las previas eternas, el ruido, la locura, las épocas en las que no había consecuencias: todo era ya, ahora. El futuro era menos que una promesa.
El sol cedió y fuimos caminado hacia nuestro destino de popular. Gracias Belgrano querido. Gracias por las emociones y todas las sensaciones que nos hiciste pasar. Viejo y glorioso Belgrano, de corazón sin igual, tu barra te lo agradece y te alienta hasta el final.
Repetimos varias veces nuestra canción más linda. ¿Hay acaso otra canción más linda? Aunque la banda haya decidido cambiar la entrada del equipo con “Belgrano, mi buen amigo”, nuestra canción es, fue y será Gracias Belgrano querido.
El gol de ellos nos hizo reaccionar. Belgrano parece necesitar eso, un chirlo, una patadita, un gol en contra. Y esta vez, después de nosécuánto, pudimos dar vuelta un partido. De repente Ibacache no parecía tan desastroso, a Ulises le salían todas y Caco distribuía con criterio.
El segundo gol fue muy importante desde lo simbólico. El Colo, después de su festejo personal llamó al resto para remar. Y recordamos los años felices, aquel inolvidable 2015, cuando hicimos un campañón en un torneo interminable.
Decía el Tirri Escudero en aquel entonces: “El festejo salió en el momento. Hice el gol, corrí para el costado y llamé a mis compañeros. ‘Vamos a remarla’, les grité. Y es así. Este equipo siempre la tiene que remar contra todo, y si no fijate en el gol que nos anularon en el primer tiempo”.
No fue una cosa de locos, no jugamos recontra bien pero los goles destrabaron algo. El estado de ánimo cambió. Y esta vez Farré hizo lo correcto y puso a los que no venían jugando: Schipacasse y Marín. Dieron asco. Lo de Marín es lamentable. Al yorugua le tengo más fe.
Después del 4 a 1 se encendieron las alarmas en… en… la zona del Chateau o en circunvalación o en camino a Alta Gracia o en Pachuca de Soto, capital del estado de Hidalgo. Como no tienen barrio, es difícil ubicar la identidad territorial de los primos. ESTÁN CAGADOS (?)
A la salida el barrio estallaba. La gente estaba en éxtasis. Parecía sábado. El cuarteto chorreaba por las paredes, el vino fluía y nosotros fuimos desandando el camino hacia los autos para emprender el regreso.
Cuando llegué a casa el Perro me estaba esperando.
—Así que ganaron…, ah.
—Sí, una cosa de locos, 4 a 1.
—¿Una paja, una ducha y a la cama?
—Estoy muerto, siento como si me hubiera echado 4 al hilo.
—No te creo, sos un pajerazo.
Me pegué una ducha veloz y no tuve necesidad de darme amor porque Belgrano me había dado todo. Al salir contemplé mi indumentaria: equipo que gana no se toca. Guardé la camiseta, short, calzoncillos y medias en una caja de seguridad.
¿Son una boludez las cábalas?
Sí, puede ser. Pero… ayer ganamos. Y si VOS SENTÍS QUE DE ESA MANERA AYUDÁS, METELE PARA ADELANTE. Las energías existen, no quedan dudas.
El sábado, cueste lo que cueste…